Saludo a las madres en su día

Mientras tanto
Se levantó bien temprano,
algo así como a las cinco.
Preparó todas sus cosas.
Las carpetas. Los escritos.
Dejó listo el desayuno
para su esposo y su hijo.
En la heladera un cartel
con un mensaje cortito:
“Hoy tengo audiencia. Los amo.
Me voy o no llego al micro.”
Es esposa. Y es mamá.
Y abogada del pasillo.
Camino a los Tribunales
sigue pensando en su niño.
En esa maldita tos,
en la gripe y el resfrío.
En el beso que dejó
en ese cuerpo dormido.
En la mesa de las doce
donde habrá un lugar vacío.
Mientras tanto el corazón
acelera sus latidos.
Mientras tanto el corazón
se desangra dividido.
Mañana, seguramente,
pasará casi lo mismo.
Habrá audiencias y papeles,
absolventes y testigos,
y quedará en un Juzgado
el beso para su niño.
¡Bendita seas, Mujer,
por tu lucha y tu destino!
Es esposa. Y es mamá.
Y abogada del pasillo.
 
Horacio Vero
*Del libro Poemas a despacho